A continuación se presenta la estructura del examen de Filosofía de Selectividad. Tened en cuenta que la formulación de las preguntas está prefijada, por lo que en los exámenes de junio y de septiembre de 2010 las encontraréis formuladas en los mismos términos en los que se formulan en el modelo de examen para el curso 2009-2010, propuesto por la Universidades Públicas de Madrid, que es el que utilizamos aquí como referencia.
La estructura del examen de Selectividad de Filosofía en Madrid (curso 2009-2010)
El examen consta de dos opciones, de las que se deberá elegir una. Cada una de las opciones consta de un texto y de cuatro preguntas relacionadas con el texto. Una de las preguntas, la primera de cada opción, se refiere explícitamente al texto propuesto en cada una de ellas (ten en cuenta que, al final del texto propuesto, se te indica brevemente el contenido del mismo). Las otras dos se refieren al conocimiento del pensamiento filosófico que has adquirido a lo largo del curso sobre el autor del texto, así como al del contexto histórico, social y filosófico en que se ha desarrollado su actividad filosófica. La última te propone que elijas un autor distinto de una épova distinta y que expongas su pensamiento sobre el mismo tema del que trata el texto. Veamos, a continuación, como se concreta esto en cada una de las opciones. (Se indica también la puntuación máxima que se puede obtener en cada pregunta. Los criterios específicos de corrección se exponen en la página siguiente.)
OPCIÓN A
Texto
«Para poder suprimir del todo (la razón de dudar), debo examinar si hay Dios, tan pronto como encuentre ocasión para ello; y si encuentro que lo hay, he de examinar también si puede ser engañador (...) B ajo el nombre de Dios entiendo una sustancia infinita, eterna, inmutable, independiente, omnisciente, omnipotente, por la cual yo mismo y todas las demás cosas que existen –si es que existen algunas– han sido creadas y producidas. A hora bien: tan grande y eminentes son estas ventajas, que cuanto más atentamente las considero, menos me convenzo de que la idea que de ellas tengo pueda tomar su origen en mí, y, por consiguiente, es necesario concluir de lo anteriormente dicho que Dios existe; pues si bien hay en mí l a idea de la sustancia, siendo yo una, no podría haber en mí l a idea de una sustancia infinita, siendo yo un ser finito, de no haber sido puesta en mí por una sustancia que sea verdaderamente infinita». (DESCARTES, Meditaciones metafísicas)
En este texto, su autor reflexiona sobre el problema de la demostración de la existencia de Dios.
Cuestiones
1 . Exponer las ideas y la estructura argumentativa del texto propuesto. (2 puntos)
2. Explicar el problema de Dios en Descartes y desarrollar sistemáticamente las principales líneas de su pensamiento. (4 puntos)
3. Relacionar el pensamiento de Descartes con su marco histórico, sociocultural y filosófico. (2 puntos)
4. Explicar el tratamiento del problema de Dios en un autor o corriente filosófica que no pertenezca a la época moderna. (2 puntos)
Como podéis observar, tanto en la Opción A como en la B, aunque el texto, la obra y el autor/a os resulten desconocidos, se os indicará el tema, cuestión, problema... planteado en el texto, sobre el que versarán las preguntas siguientes, con la ventaja de que en la cuarta pregunta el autor al que te has de refererir lo eliges tú, de entre los de una época histórica distinta a la que pertenezca el autor del texto, aunque sobre el tema tratado en el texto.
OPCIÓN B
Texto
«–El razonamiento nuestro de ahora no es en algo más sobre lo igual en sí que sobre lo bello en sí, y lo bueno en sí, y lo justo y lo santo, y, a lo que precisamente me refiero, sobre todo aquello que etiquetamos “eso lo que es”, tanto al preguntar en nuestras preguntas como al responder en nuestras respuestas. De modo que nos es necesario haber adquirido los conocimientos de todo eso antes de nacer (...) Y si es que después de haberlos adquirido antes de nacer, pienso, al nacer los perdimos y luego al utilizar nuestros sentidos respecto a esas mismas cosas recuperamos los conocimientos que en un tiempo anterior ya teníamos, ¿acaso lo que llamamos aprender no sería recuperar un conocimiento ya familiar? ¿Llamándolo recordar lo llamaríamos correctamente?» (PLATÓN, Fedón)
En este texto, su autor reflexiona sobre el problema de la adquisición del conocimiento.
Cuestiones
1. Exponer las ideas y la estructura argumentativa del texto propuesto. (2 puntos)
2. Explicar el problema del conocimiento en Platón y desarrollar sistemáticamente las principales líneas de su pensamiento. (4 puntos)
3. Relacionar el pensamiento de Platón con su marco histórico, sociocultural y filosófico. (2 puntos)
4. Explicar el tratamiento del problema del conocimiento en un autor o corriente filosófica que no pertenezca a la época antigua. (2 puntos)
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Puntuación
Tanto para la Opción A como para la Opción B, las respuestas a las cuestiones 1ª, 3ª y 4ª podrán obtener una calificación máxima de dos puntos cada una, y la contestación a la pregunta 2ª podrá obtener hasta cuatro puntos.
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